El cuento se titula: LAS SEMILLAS FLORECEN
La pequeña Candy avanzaba con una sonrisa de oreja a oreja
de camino a su próxima clase de matemáticas pensando en el problema que su
profesora le había planteado en su última clase.
Candy no supo resolver el problema y, entristecida, acudió a
la profesora cabizbaja. La señorita, sonriendo, se agachó para mirarla fijamente y
tras unos segundos de silencio dijo: “Aun eres muy pequeña para resolver
ciertos problemas, pero a medida que crezcas,
aprenderás, y si te esfuerzas, nadie te podrá parar”.
Ahora, la niña ignora el significado, pero en un futuro, su
esfuerzo tendrá resultado.
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